5.8 El nuevo Sistema
Monetario Europeo
Por Paola García Pérez
El
Sistema Monetario Europeo (SME) surge en 1978, cuando se retoma la iniciativa,
abandonada en 1973, de hacer de Europa una zona de estabilidad cambiaria. Se
trataba, en definitiva, de acabar con la inestabilidad derivada de la variabilidad
de los tipos de cambio, al tiempo que se intentaba conseguir una estabilidad
interna, tanto en precios como en costes, en la entonces Comunidad Económica
Europea.
Tres
elementos fundamentales lo componen: el mecanismo de tipos de cambio e intervención
(núcleo básico del SME); una moneda, el ecu; y el Fondo Europeo de Cooperación
Económica (Fecom) disuelto a comienzos de la segunda fase de la UEM,
traspasando todas sus competencias al Instituto Monetario Europeo. ¿Quiénes
forman parte del SME? Los Estados de la UE, aunque no todos ellos están
sometidos al mecanismo de tipos de cambio e intervención (se trata, en
concreto, de Grecia, Reino Unido y Suecia). Este mecanismo establece para cada
una de las monedas un tipo central de cambio del ecu y las paridades fijas de
cada moneda respecto a las restantes. En 1993, al ampliar la banda de
fluctuación del sistema, éste entra en crisis.
El
SME estaba compuesto por tres elementos básicos: ECU, Mecanismo de Tipos de
Cambios (MTC) y Fondo Europeo de Cooperación Monetaria (FECOM). El ECU era una
unidad de cuenta europea formada por una cesta de monedas de los Estados
comunitarios, cuyo valor era una media ponderada del valor de esas monedas, a
partir de unos indicadores de su peso económico y de su comercio internacional.
Bibliografía
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